
Es tan fácil solo fijarse en libros melancólicas, canciones melancólicas y cosas melancólicas cuando se pasa por momentos melancólicos y difíciles, El viejo y el mar es una de mis lecturas melancólicas de días melancólicos de cuarentena.
Nuestra historia comienza con el viejo Santiago, el muchacho y la historia de mala suerte que no los deja estar juntos y tranquilos, Alaska young en algún momento de la vida me enseñó que la suerte es para los tontos y por eso cuando santiago menciona su "mala suerte" lo considero de inmediato un tonto. El muchcho tiene prohibido pescar con el viejo, aun así la admiracion y el amor que le tiene al viejo es enorme y lo cuida y lo ayuda, como si tal prohibición no estuviera de por medio.
La cosa con santiago es que en algún momento cuenta con suerte verdadera, pesca un gran pez espada y su travesía para atraparlo es tan absurda que solo me hizo pensar en lo inutil de varias acciones, a veces hacemos cosas sin saber para qué. Santiago atrapa a este pes después de ochenta y muchos dias en el mar, tiene que pelear con tiburones, que por cierto se llevan la mitad de su pez, casi muere antes de poder mostrarle a todos que podía atrapar un gran pez, y yo me pregunto ¿Tiene todo esto algún sentido? ¿Vale de verdad la pena jugarse toda la existencia por un poco de suerte?
«Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado»
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